Jyrki Katainen ya conocía España. Como el 10% de los finlandeses ha pisado el suelo de nuestro país como turista. Aún así, este primer ministro no entendió por qué un comentario suyo referido a la obligación de pagar las multas, hizo que al auditorio que le escuchaba el martes por la mañana en el Hotel Ritz, básicamente empresarios españoles, se le escaparan algunas risas. Tuvieron que explicarle, al terminar el acto, que en España a diferencia que en Finlandia el ejemplo clásico es intentar no pagar las sanciones. La tarde anterior, Katainen aterrizaba en Madrid como primer ministro finés para almorzar al día siguiente en el Palacio de La Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El tema central de su agenda era analizar la crisis del euro y la delicada situación financiera de España. Sin embargo, su avión no tocó tierra en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz sino en el de Barajas. Katainen no tiene avión oficial. Voló a Madrid en asiento de Finnair, la aerolínea de bandera de Finlandia, después de que su equipo le adquiriera un billete en clase turista. El regreso fue distinto. Repitió «clase economy» pero volvió con KLM. Era obligado hacer escala en Amsterdam y añadió casi dos horas de viaje.
Trending Articles
More Pages to Explore .....